Durante un juicio en Hong Kong, se presentó evidencia que sugiere que un padre acusado de matar a su hija es un hombre peligroso. Las declaraciones de testigos y expertos en el caso resaltan la naturaleza violenta y potencialmente amenazante del acusado, lo que ha llevado a la corte a considerar su perfil como un riesgo para la sociedad. Este caso ha captado la atención pública y ha generado un debate sobre la seguridad y la protección de los menores en la región.

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