El análisis actual revela que las dinámicas de deuda peligrosa no están afectando de manera inmediata las políticas económicas. Se observan varias razones detrás de este comportamiento, entre las cuales se encuentran la resiliencia de las economías frente a la deuda acumulada, así como las estrategias implementadas por los gobiernos para manejar sus cargas financieras. A pesar de las advertencias de expertos sobre los riesgos potenciales relacionados con la deuda, las manijas del poder económico parecen mantenerse firmes, lo que puede señalar un desajuste entre la teoría y la práctica económica.
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