La preocupación en Taiwán está en aumento debido a la promesa de TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo, de invertir en un nuevo complejo en Arizona. Esta investidura ha generado temores sobre la posible pérdida de la ventaja competitiva de Taiwán en la industria de semiconductores, que es crucial para la economía de la isla. Observadores señalan que depender de la producción en el extranjero podría debilitar la posición de Taiwán en el mercado global. Además, el movimiento de TSMC podría estar relacionado con la creciente tensión entre Estados Unidos y China, lo que agrega otra capa de incertidumbre sobre el futuro del sector tecnológico en la región.
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