Asia está lidiando con una creciente crisis de diabetes, y se ha propuesto que aumentar el número de enfermeras especializadas en genética podría ser una solución efectiva. Estas profesionales pueden desempeñar un papel crucial en la educación y el manejo de la diabetes, ayudando a los pacientes a comprender mejor su condición y a tomar decisiones informadas sobre su salud. La combinación de conocimientos genéticos y atención médica puede mejorar significativamente los resultados para los pacientes, especialmente en una región donde la diabetes se ha convertido en un problema de salud pública alarmante.

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