China ha tomado la decisión de abrir su extenso sector de telecomunicaciones a la inversión y operación de 13 empresas extranjeras. Este movimiento busca fomentar la competencia y la innovación en el mercado, permitiendo que compañías internacionales participen en un sector que ha estado tradicionalmente regulado y limitado a empresas nacionales. Con esta medida, el gobierno chino espera impulsar el crecimiento económico, mejorar la infraestructura y brindar mejores servicios de telecomunicaciones a sus ciudadanos. Las empresas extranjeras que deseen participar deberán cumplir con ciertos requisitos para garantizar la seguridad y la integridad del sistema.
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