El presupuesto de Hong Kong debe ser una oportunidad para implementar reformas que no solo restauren la salud fiscal, sino que también promuevan un crecimiento sostenible y equitativo. Es crucial que las autoridades consideren cómo las decisiones presupuestarias pueden impactar a largo plazo en la economía y en la calidad de vida de los ciudadanos. La restauración de la salud fiscal no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un desarrollo más inclusivo y resiliente. Las reformas deben abordar las desigualdades existentes y fomentar la innovación y la competitividad en un entorno global cambiante.

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