Recientemente, Estados Unidos ha sido percibido por sus socios comerciales como un estado depredador y deshonesto en sus prácticas comerciales. Esta percepción ha surgido debido a diversas políticas y acciones que han generado desconfianza y preocupación entre las naciones que mantienen relaciones comerciales con EE. UU. La forma en que se manejan las negociaciones y las decisiones unilaterales han contribuido a esta imagen negativa, lo que podría tener repercusiones en el comercio internacional y en las alianzas estratégicas del país.
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