A medida que la celebración del aniversario de EDSA avanza, el ejército de Filipinas mantiene un silencio en medio de las crecientes demandas para la destitución del presidente Ferdinand Marcos Jr. El ambiente político se tensa con manifestaciones y críticas que exigen mayor rendición de cuentas al gobierno actual, sin embargo, las fuerzas armadas no han emitido declaraciones oficiales sobre este tema delicado. La situación refleja la fragilidad de la democracia filipina y el legado complejo de la dictadura de Marcos que dejó huellas profundas en la sociedad.

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