La reciente expulsión de aficionados en el Kai Tak Arena de Hong Kong ha generado controversia y críticas. Muchos expertos en eventos han señalado que esta situación debía haberse previsto, dado el contexto y la historia de la gestión de multitudes en estos recintos. Las autoridades y organizadores de eventos deben aprender de este fiasco para evitar que se repita en el futuro, garantizando la seguridad y la satisfacción de los asistentes en eventos masivos. Una planificación adecuada y una evaluación de riesgo son claves para prevenir incidentes similares.

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