La presidencia de Yoon Suk-yeol en Corea del Sur se encuentra en una situación precaria tras su reciente liberación. A pesar de haber superado un momento crítico, su gobierno enfrenta desafíos significativos que podrían poner en riesgo su continuidad. La opinión pública está dividida y las tensiones políticas aumentan, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de su administración. Los analistas advierten que Yoon deberá tomar decisiones estratégicas para recuperar la confianza de los ciudadanos y estabilizar su gobierno en un entorno político cada vez más complicado.
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