En los últimos años, la cultura laboral 996, que aboga por trabajar de 9 a 9, seis días a la semana, ha sido objeto de intenso debate en China. Sin embargo, según recientes análisis, algunas de las empresas más grandes del país están comenzando a cuestionar este modelo agotador. Este cambio se produce en un contexto donde el bienestar del empleado y la sostenibilidad a largo plazo se están volviendo cada vez más prioritarios. La presión social y las protestas de los trabajadores han llevado a estas empresas a reconsiderar sus políticas laborales, buscando alternativas que promuevan un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional. A largo plazo, este cambio podría influir en la cultura laboral no solo en China, sino también en otros mercados donde el trabajo duro es altamente valorado.

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