Las recientes maniobras navales de China en el mar de Tasmania han causado preocupación entre las naciones de Australia y Nueva Zelanda. Observadores argumentan que estas maniobras sin precedentes podrían estar dirigidas a enviar un mensaje claro a estas naciones sobre la influencia creciente de Beijing en la región. Analistas sugieren que el ejercicio militar hace parte de una estrategia más amplia de China para demostrar su poderío marítimo y su disposición a operar más allá de sus aguas territoriales. Esto eleva las tensiones en un área donde tradicionalmente han predominado en la seguridad y estabilidad las naciones occidentales.

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