La indignación en Malasia crece tras el anuncio de una nueva investigación de corrupción que involucra a un ex-primer ministro. Este escándalo ha reavivado las preocupaciones sobre la corrupción en el país y ha llevado a la ciudadanía a exigir mayor transparencia y rendición de cuentas en el gobierno. La situación ha generado un debate intenso sobre la integridad de los líderes políticos y la necesidad de reformas en el sistema político malasio para prevenir futuros casos de corrupción.
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