El reciente presupuesto de Hong Kong ha sido objeto de críticas debido a su austeridad, lo que ha llevado a un descontento generalizado entre los ciudadanos. Muchos consideran que las medidas propuestas no abordan adecuadamente las necesidades de la población, especialmente en un contexto de recuperación económica tras la pandemia. La falta de inversión en servicios públicos y el aumento de la carga fiscal son puntos que han generado preocupación. La administración debe encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad fiscal y el bienestar de sus ciudadanos para evitar un mayor descontento social.

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