El gobierno canadiense se enfrenta a un dilema complicado debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos y China. Esta situación ha generado tensiones en las relaciones comerciales y ha puesto a Ottawa en una posición difícil, ya que debe equilibrar sus intereses económicos con las presiones de ambos países. Las decisiones que tome Canadá en este contexto podrían tener un impacto significativo en su economía y en sus relaciones diplomáticas a largo plazo.
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