Estados Unidos se encuentra en medio de una intensa competencia tecnológica con China, pero muchos expertos argumentan que la estrategia actual es errónea. En lugar de centrarse en la innovación y el desarrollo de tecnologías propias, se está enfocando en restricciones y sanciones que podrían ser contraproducentes. La guerra tecnológica debería ser una oportunidad para fomentar la colaboración y el avance en áreas clave, en lugar de crear divisiones que podrían perjudicar a ambas naciones a largo plazo.

Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.