Incorporar una variedad de frutas y verduras coloridas en la dieta diaria puede tener un impacto positivo en la salud. Cada color representa diferentes nutrientes y antioxidantes que son esenciales para el bienestar. Por ejemplo, los alimentos rojos como los tomates y las fresas son ricos en licopeno, que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Las verduras de hoja verde, como la espinaca y la col rizada, son excelentes fuentes de hierro y calcio. Además, los alimentos amarillos y naranjas, como las zanahorias y los pimientos, son ricos en vitamina C y betacaroteno, que son importantes para la salud ocular. Por lo tanto, comer un arcoíris de frutas y verduras no solo es visualmente atractivo, sino que también es una estrategia efectiva para mejorar la salud general.

Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.