Un hombre, visiblemente agotado, se encuentra lidiando con el estrés de su largo trayecto diario. La rutina del transporte puede ser abrumadora, y este individuo ha decidido que es hora de compartir su experiencia de una manera humorística. A través de una divertida leyenda, busca conectar con otros que también sienten el peso de los desplazamientos diarios, recordando que no están solos en esta lucha. La vida moderna a menudo implica largas horas en el tráfico o en el transporte público, y a veces, la mejor manera de sobrellevarlo es con una buena risa.

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