En la competencia tecnológica actual, China ha intensificado sus esfuerzos por dominar el ámbito de la tecnología y el talento. Este auge se produce en un contexto donde Estados Unidos parece estar retrocediendo en su liderazgo. La inversión china en investigación y desarrollo, así como en la educación STEM, está posicionando al país en una ventaja competitiva decisiva. Asimismo, la atracción de talento global hacia China contrasta con las restricciones de EE. UU., lo que podría cambiar el equilibrio de poder en la innovación tecnológica.

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