Las discusiones sobre la legalización de las apuestas en eventos deportivos, especialmente en baloncesto, han revivido en Hong Kong. Los temores en torno a los efectos sociales y económicos de una regulación más laxa están en el centro del debate. Los partidarios argumentan que la legalización podría generar importantes ingresos fiscales y regular un sector que actualmente opera en la sombra. Sin embargo, los críticos temen que esto abra la puerta a problemas de adicción y otros trastornos relacionados con el juego. El gobierno se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar los beneficios económicos potenciales con la necesidad de proteger a la comunidad de los riesgos asociados con las apuestas.
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