Estados Unidos ha decidido imponer nuevas sanciones a varias empresas chinas e indias acusadas de ayudar a Irán a vender petróleo. Esta medida forma parte de los esfuerzos de EE. UU. para restringir el acceso del régimen iraní a los recursos financieros y limitar sus exportaciones de crudo. Las sanciones se dirigen específicamente a entidades que, según el gobierno estadounidense, han apoyado las actividades de venta de petróleo de Irán, lo que podría tener un impacto significativo en el comercio internacional y las relaciones entre EE. UU., China e India. Las empresas afectadas enfrentan severas penalizaciones y restricciones para operar en el mercado internacional.

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