La reciente reestructuración del gobierno de Trump ha tenido un notable impacto en la agencia responsable de hacer cumplir los controles de exportación dirigidos a China. Este cambio en la administración podría alterar la manera en que se supervisan las exportaciones hacia el país asiático, un tema crucial en el contexto de las tensas relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Los funcionarios relevantes están observando de cerca los movimientos en esta agencia, ya que cualquier modificación en sus operativas podría influir significativamente en el comercio internacional y en la seguridad nacional.
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