Un hospital en Australia se encuentra bajo el escrutinio público tras la trágica muerte de tres niños en un lapso de seis semanas. Este suceso ha llevado a los padres de las víctimas a tomar acciones legales, exigiendo respuestas y justicia. Las autoridades sanitarias están investigando las circunstancias que rodearon estas muertes, mientras que la comunidad local expresa su preocupación por la seguridad y la calidad de la atención médica en el establecimiento. Este caso ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de los hospitales y la necesidad de mejorar los protocolos de atención pediátrica.
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