La reciente relación entre Donald Trump y Vladimir Putin ha suscitado preocupaciones en China. A medida que Trump se acerca a Putin, se generan tensiones que podrían afectar la estabilidad en la región asiática. China observa con atención cómo esta dinámica podría influir en sus propias relaciones internacionales y en su posición en el comercio global. La incertidumbre en la política exterior de Estados Unidos puede llevar a un cambio en las alianzas y en la estrategia económica de China, lo que podría tener repercusiones significativas en el comercio internacional.
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