China ha estado utilizando la diplomacia policial para establecer relaciones más cercanas con países en desarrollo, pero este enfoque enfrenta críticas. A medida que se intensifican las tensiones geopolíticas, algunos países ven en esta estrategia una forma de control y manipulación. Esto podría resultar en un escrutinio más fuerte de las prácticas chinas, ya que las naciones desarrolladas comienzan a cuestionar la motivación detrás de la ayuda que ofrecen a otros países. La situación podría tender a polarizar aún más el comercio y las relaciones internacionales.

Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.